sábado, 22 de septiembre de 2012

Antonio García Vargas

¿Mi biografía?

Me plantaron en Almería, la entonces provincia pobre de Andalucía, España, hace ya miles de años. Fui regado con la miseria intelectual de un Régimen que me hizo suyo hasta que pude y supe alzar el vuelo. Mi bagaje personal era escaso en el nuevo mundo mas mi firma era un apretón de manos; suficiente para iniciar el aprendizaje de otras cosas a través de la ética heredada de mi padre.

Ahí se inició mi aventura, vi muchos mundos y lei muchas letras, hablé muchas lenguas, aprendí gestos y actitudes y durante años fui pluma al viento dejándome llevar por la prosa del momento, di rienda suelta a emociones de toda índole, visité galaxias desconocidas, gocé y enfermé con las gentes y las hice mi gente, recorrí paisajes desolados, campos de exterminio de humanos, asambleas de efímeras gentes muy doctas, barrios, selvas y países desmoralizados por la hambruna, escuchando el cántico del
horror, la tristeza y la deshumanización del bípedo pseudointeligente. Conocí a dios y al demonio y no hallé diferencias apreciables. Aprendí el arte de adentrarse en el cerebro de los demás y lo que descubrí me asustó…

Buscando respuestas, peregrinó mi mente hasta la Meca, me introduje en el vientre del Himalaya, mastiqué la pasión en el catre de los mil desiertos y caminé junto a Él hasta el Monte de los olivos. Fui crucificado con el dolor de sus clavos…

—¿Por qué haces esto? —le pregunté.

—No lo sé —respondió—, mi padre lo dispuso así.

—¿Y no te rebelas contra tu padre?

—Ya no puedo, me siento muy débil. Hazlo tú por mí.

Me borré y mis átomos escaparon hacia la luz buscando en el proceso fotosintético la transformación del espíritu. Di un giro de 180 grados y me sumergí en el apasionante mundo de la fisiología vegetal. Allí descubrí a los hermanos-planta, con sus historias de luz y agua y ellos me permitieron curar vicios del alma, me hicieron un sitio junto a su trozo de tierra y mezclamos nuestras savias en una cópula de hermanamiento que me hizo viajar a los confines de la memoria universal de la vida. Aún perdura en mí la calidez del abrazo.

Un día, hace años, decidí regresar de nuevo, esporádicamente, a esa realidad llena de espinos y conciencias inmovilizadas, tomé la pluma y me lancé al vacío enarbolando el íntegro estandarte de la palabra. Me veo como espectador de un presente mal observado que lleva a un futuro distorsionado donde el bien y el mal se confunden en una misma y negra alborada que precisa ser cambiada sin demora. Después de publicar 18 libros y con otros diez inéditos, sentí que estaba casi en la línea de salida; que apenas había comenzado. Por ello, enmascaré los restos de espiritualidad e intenté rescatar en mis escritos la esencia de las cosas aunque... no siempre lo consigo. Me fabriqué un clon cibernético a veces múltiple y polifacético para no resbalar demasiado en esos asfaltos plagados de hipocresía… Y en esas estamos.

¿Qué cómo desayuno; de qué hablan mis libros; cuáles son mis logros; cuántos premios he conseguido? … y eso, ¡qué más da!

Antonio García Vargas

Almería, 1942










NOS VAMOS A ROMPER EN MIL ABRAZOS



 
¿Nos mordemos, querida?

¿Rompemos nuestros órganos en mínimas partículas?

Imagino tus pechos sin lengua que afanosa

los lama; los desgarre.

El pezoncito enhiesto, verdugo irreverente

de mis ansias noctámbulas.

Tu vientre electrizante. La fresa de tus labios,

¡tus labios!, ¡ah, tus labios!,

ese par de canallas armados —¡todo dientes!—,

con los que inventas besos grises, negros o blancos.

El trepidante infierno que habita en lo profundo;

diablillo sicalíptico que dora entre sus brasas

— triángulo de dudas—

mi endeble resistencia.

¡Ah, casquivana ninfa! El día que naciste

brotaron desde el fondo de la sima sexáfica

orgásmicas miriadas de estrellas seductoras.

Tu proceloso culo —pizarra entre mis manos—,

es cuna de algún verso que en dactílicos ritmos

simula en su cadencia repiqueteos de uñas

rasgando tu etiqueta.

Esos discos solares a los que llamas ojos

son la mirada eterna de ese animal extraño

que habita en la ignorancia;

tal vez fulgor abstracto de alguna excelsa gema

que gime en el espacio, algo así como el llanto

precoz de la galaxia, no sé, quizás tan solo

se trate de cadenas con que atrapar el alma

haciéndola liviana.

Ah, mi diabla moruna; mi hurí de porcelana;

pensándolo mejor…

nos quedaremos quietos,

no romperemos nada, dejaremos los cuerpos

—cual leve interrogante fundido en la penumbra—

sujetos a la inercia del abrazo;

las manos meras manos por siempre encadenadas;

el trazo de la boca mordisqueando el labio;

la sangre alborotada y en la frente el estigma

de sabernos de cera y arder y arder y arder,

pasionales carbunclos, ascuas de pura vida,

consumidos de amor por siempre entre sus magmas

a través de los sexos.

Después… ¿después? Acaso

después de algún después y de otro más y de otro,

se inicie algún principio.

Y si no,

¿qué más da?

¡Vivamos! ¡Solo eso!

¡Nada más! O… ¿hacemos un poema?

¿Te elijo algún pie métrico de los antiguos griegos?

¿Un trímetro tal vez?

¿Prefieres anapestos, anfíbracos, dactílicos?

Ah, no no no, mi amor,

mejor nos recitamos, muy juntos, al oído,

—bien unidos los cuerpos—,

cualquier sexipoesía pletórica de ritmos

cadencias y suspiros

que orgasme entre los hiatos

de un mágico silencio.



DISTANCIAS


Subyace en tu sobaco una metáfora

y atados a tu pecho un par de cactus;


en tu tenue cintura las caderas

descubren un paisaje que emborracha.

Es tu boca un sorbete de pistacho,

tu melena una selva.Y un leopardo

parece desgarrando mis defensas

tu cuerpo cuando asalta mi morada.

Y rendido te grito: ¡Ábrete, sésamo!,

y tomo tu tesoro entre mis manos

en un fallido intento de anularte.

Existe una distancia que desquicia,

entre lo que tu coño solicita

y el exacto momento del orgasmo.



ESTATUAS

Mi lengua recobró su antigua arquitectura

para poder decir en un idioma neutro

palabras tangenciales de una raíz antigua

que a solas se suicida.

La falsa transparencia enturbia lo inmediato

mutando en divergencia a veces, solo a veces.

Ella bajó despacio, como bajan los ángeles,

dibujaba su rostro un rictus misterioso,

algo así como un pliegue, una precoz arruga…

A veces la belleza reside en lo primario

del grito hexagonal de alguna cierva herida,

como un extraño prisma que apenas se desvela

pero te clava el dardo rompiendo tu paisaje…

Si matas un espejo, huye despavorido,

no mires nunca atrás o te harás una estatua

de azúcar o de sal.


SE ME ANTOJA…


Se me antoja una orquídea tu boca innumerable,

mas no, debo rotar, ser estación viajera

y tratar de encontrarme en las pequeñas cosas,

ser de cualquier invierno el copo o la tormenta,

las olas de una playa en un fugaz verano,

otoño, primavera, no sé, saberme, ser

presencia, trueno, onda…

Siento cercanos mundos que exigen nuevas voces,

presiéntome cual luz que se apaga por dentro,

que soy el lapizlázuli que sustrae de tu imagen

su lisa superficie; que de noche aletea

sobrevolando el lecho donde yaces con otros

muriéndome en silencio.

En un grano de polvo se contienen mil vidas,

señas de identidad, adeene del entorno,

tenues restos de piel, fulgor de algún cabello

o maligna mirada con que nos contemplamos

perpetuando el misterio.

Hasta el azul océano estaba más profundo,

más verde y esmeráldico, aquel aciago día;

quise ser escalera que peldaño a peldaño

me elevara al pináculo de tu esplendente atril

y caí en el infierno.

Ahora me consumo dorándome en tus brasas,

esperando el momento de sentirme desnudo

en algún otro cuerpo, poder ser infinito,

memoria o huella mnésica, átomo fusionado,

no verso de tu verso, apenas sinalefa

en tu absurdo poema de arrítmica cadencia,

pútrido en la sinapsis, sin más presencia lírica

que tus rotundos senos, tu roja boca fresa,

tu lengua serpenteante penetrando mi estancia

… en brutal beso negro.




EL CARCAJ Y LA FLECHA


Toda mirada intensa tiene su ortografía

cual letra troquelada que a tientas se descuelga.

Eso sentí al notar sus ojos en mi espalda…

Al principio, en lo oscuro, vislumbré una figura,

después la vi desnuda, con el arco en las manos,

sentí volar la flecha, noté que se clavaba

y me dejé poseer.

Después..

en cualquier dimensión de un cercano universo,

fundido en la vorágine cual neutrino que trota

por la ingente maraña de soles vegetales…

¡fui carcaj que se inmola!








13 comentarios:

  1. maravilloso,una se q1ueda sin palabras ante tanta belleza y amor...I.S

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    1. Antonio García Vargas22 de septiembre de 2012, 8:56

      Gracias, anónimo amigo.

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    2. Antonio García Vargas22 de septiembre de 2012, 9:59

      Caigo en la cuenta de que eres anónima, no anónimo. Perdona la confusión.

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  2. Respuestas
    1. Antonio García Vargas22 de septiembre de 2012, 9:04

      Gracias, Laura. Ya te respondí pero observo que lo hice mal y mi respuesta se fue abajo. Un abrazo.

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  3. Antonio, te leí por vez primera en FB y me llamo la atención la calidad de tu verso y prosa. Hoy que te vuelvo a leer en esta pagina , me reafirmo en la calidad de los mismos, que te sitúa entre los mejores....un abrazo desde azpeitia

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    1. Antonio García Vargas22 de septiembre de 2012, 9:02

      Agradezco tus palabras, Antonio, en lo que valen. Recibe un fuerte abrazo.

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  4. Siempre que me encuentro publicaciones de Antonio por estos medios, suelo leerlas y disfrutar con ellas, me parece un gran poeta y cuando he intercambiado comentarios con él, una buena persona.

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    1. Antonio García Vargas22 de septiembre de 2012, 9:06

      Gracias, Amador. Tú sí que eres una excelente persona y un polifacético artista.

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    2. Jajaja... aunque Amador es una excelente persona y también buen amigo de estos medios, yo no soy él, jajaja...
      Terly = Juan José Romero Montesino-Espartero En Facebook.
      Abrazos jocosos.

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  5. Antonio García Vargas22 de septiembre de 2012, 8:59

    Gracias, Laura, muchas gracias. Un abrazo.

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  6. Amaya te felicito por este rincón tan especial que has dado a luz...y aprovecho para felicitar a cada poeta y poetisa que hasta ahora han dejado aquí su huella, me ha encantado...poemas diferentes, con sabores distintos pero encontré en ellos, en cada uno de ellos eso que tanto se busca en la poesía...emoción, vida, sueños, sois los poetas los contadores de la vida de una manera muy especial...necesarios siempre...seguid ahí... adelante...

    El vecino del 4º

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  7. Muchas gracias, vecino, en nombre de la poesía y de todos los participantes.

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