sábado, 25 de agosto de 2012

Antonio Capilla




Antonio Capilla Loma nace en 1954 en Cantillana (Sevilla) y reside en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y Diplomado en Magisterio en la especialidad de Lengua y Literatura. Se ha dedicado a la labor docente durante más de treinta años a la que vez que cultiva la creación poética.

Además de colaboraciones en revistas y antologías, ha participado en recitales de poesía por diversas ciudades de España. Entre otras obras ha publicado: Y EL CORAZÓN AL VIENTO, Edición de autor, Madrid, 1991; VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Ediciones, Madrid, 2009; EL FUEGO EN LA PALABRA, Huerga y Fierro Ediciones, Madrid, 2012.

Algunos de sus poemas se pueden leer en el blog del autor



http://lavozquenadieapaga.blogspot.com/, LA VOZ QUE NADIE APAGA, y en antologías poéticas tales como: Arte fénix, Antología de poesía universal, Poetas para el siglo XXI, Poetas andaluces contemporáneos, Poetas del 15 de mayo, Álora la bien cercada, Poesía solidaria del mundo, Poetas andaluces de ahora...
 
 



 
 
 
CANTO DE LA INFANCIA
 
¿Ves aquellos montes?
Son los de mi pueblo...
Cuando yo era niño
Me contó el abuelo
Que en agrestes cimas
Aullidos siniestros
De lobos malignos
Colmaban los vientos.

Vamos Sombrainoche,
Que yo quiero verlo.
Anda caballito,
Caballito bueno.
Que añoro los tiempos
De feliz recuerdo
Cuando navegante
En delicados sueños
Dirigí la nave
De mi pensamiento
Por galaxias verdes
De bosques etéreos.

Arre Sombrainoche,
Que me abraso dentro.
Trota caballito,
Con cascos de acero.
 
Y en mis soledades
Nostalgia yo siento
De hamacas y gentes,
De niños y juegos,
De calles blanqueadas
Bajo los luceros,
De mi tierna infancia
Y de aquel abuelo...

Corre Sombrainoche,
Fuerte como el trueno.
Vuela caballito,
Con alma de fuego.

Oh, cuánta nostalgia
De aquel viejo ameno...
Su petaca negra,
Sus cansados dedos
Mariposeando
En el tabaco negro,
Aquel dulce rito
Tan dulce y sereno.

Raudo caballito,
Que ya falta menos.
Hale, Sombrainoche,
Caballito negro.
 
 
Que añoro las cosas
De aquel niño bueno
Que en horas nocturnas
De umbral veraniego
Albergó en su alma
Sentimientos bellos.
Sus casitas blancas...
Su blanco universo...

Vamos, buen amigo,
Que es mi amado pueblo.
Vuela, caballito,
Que yo quiero verlo.

 
(En VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2009)

 
 
II


NOMBRÁNDOTE EN SILENCIO
 
Languidecía una tenue luz de invierno
Bajo un incierto chal de nubes blandas...

La tarde acariciaba
Las pálidas mejillas del océano
Adormecido y quieto.
Y el viento se ausentaba
Del marco de este lienzo que bosquejo.

Ligera y por la arena
Descalza te alejabas...
Y tenues escapaban
Del sol luces de invierno.

Te quise aquella tarde.
Y siento aquel momento,
Que estando tú tan cerca
Teniéndote tan lejos,
Quise hacer mío el infinito instante
Nombrándote en silencio.

 
(En VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2009)

 
 
III

 

ALAS BLANCAS A LAS LUCES DEL ALBA

El sol de la mañana
Como broca taladra
La sombra de la noche que se acaba.
Albores de la brisa sosegada,
Alas blancas a las luces del alba,
Luminarias del alma...
Y ahora escucha estos sones que avanzan...
¿No sientes el fragor de la alborada
Que surge de una voz que nunca calla?

Dan, daaan...
Daran, daran, daaan... Dan.
Dan, daaan...
Daran, daran, daaan...

Juventud de alas blancas,
Energía que salta
En las calles y plazas...
Luminaria del alba,
Claror de la mañana,
Son los jóvenes que estrenan sus alas
Como águilas volando tan altas.
¡JUVENTUD, vuela ya,
Que tu vuelo nos trae la esperanza!

 
(En EL FUEGO EN LA PALABRA, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2012)

 
 
 
IV

 
 
MI REGALO


Hoy quiero regalarte
Algo que hacer yo quiero:
Una página en blanco
Que arranco en mi cuaderno.
Tú puedes reflejar
Lo que son solo ensueños:
Escribir que una loba
Amamanta a un cordero
Y también que los buitres
Se alimentan de pétalos...

Hoy quiero regalarte
Un lapicero nuevo
Con el que escribas todo
Lo que hoy son anhelos:
Que el agua corre libre
Por campos y senderos,
Que el aire de mañana
Seguirá siendo nuestro
Sin que nadie lo tase
Ni se le ponga precio,
Que los silos de ayer
Que en Egipto se abrieron
A Jacob y a su estirpe
De Israel se han abierto
Al pueblo de Ismael.

Hoy quiero regalarte
Algo que a hacer me atrevo
Una página en blanco
Que fue de mi cuaderno.
Quiero que tú la llenes
Con lo que está en tus sueños,
Con lo que nadie puede
Ni piense someterlo:
Que luz divina emerge
Del iris de los niños,
Que a hombros de un gigante
La tierra no está en vilo
Y ya no existe el hambre
Ni nadie está cautivo.

Pero si en ti se agolpan
Ideas de oro fino
Y sentimientos puros
Que brillan por sí mismos,
Bastará con que escribas
Un solo sustantivo:
Escribe, pues, A M O R
Cual útero divino
Del que nacemos todos.
Y píntame con mimo
Un corazón abierto
Con sus cuatro grafismos
En los chorros de fuego
De los músculos vivos...
Deja que al fin reviente
Por tus costados cuatro.
Y deja que así vuelen
Y que lleguen tan alto
Que al fin podamos verlas
Fulgentes en el manto
Del universo pleno.

¡Amor de cuatro soles,
ocupad nuestro cuerpo
Y que la luz divina
Nos haga siempre vuestro
Como la luna al mar,
La tierra al universo!

Hoy quiero regalarte
Una página en blanco
Para que tú la llenes
Con este lápiz mágico
Que tienes en la mano,
Con este lápiz mágico
Que nos define a todos,
Con este lápiz mágico
Que yo te he regalado.

 
(En EL FUEGO EN LA PALABRA, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2012)

 
 
 
 
 
 
 
 
V

 

HAIKUS DE LOS SIETE DÍAS DE LA SEMANA

 
 
Lunis die.


Musa en la noche
Bueyes albos te llevan
Carro de plata.

Martis die.



Me aterra el rayo
Y el velo de la noche
Que vela el día.


Mercurii die.



Alas de seda
Heraldo de la vida
Tuya es mi casa.

Iovis die.


Oh dios varón
Tu entrega apasionada
Produce víctimas.

Veneris die.


Entro en tu seno
Y yo ya no soy yo
En ti está el Todo.

Saturnis die.


Padre del llanto
Bebe lágrimas negras
Vence la noche.

Domini die.


El absoluto
Urde un sueño de plomo:

Mi eternidad.

 
 
(En EL FUEGO EN LA PALABRA, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2012)